Terrible Pollo

Por Pedro Delso

Pollo: animal de dos patas perteneciente al grupo de las aves y específicamente cría de gallinas.

En base a esta definición un tipo en la calle me gritó: “¡Terrible pollo!”. Lo mire asustado y el tipo se acerco a mi y empujó con su brazo (el derecho) mi hombro (el izquierdo). Tome mi cabeza (de arriba) y me di vuelta con ella. No sabía que pasaba, yo no le había hecho nada, pero el tipo me miraba con cara de estúpido. Al principio dijo algo que no se le entendía mucho, algo así como: "¡cntrsodkelo tu abuela!" y la verdad es que a mi no me queda ninguna abuela viva, pero de todas maneras eso me molesto.

Sabía que el tipo buscaba peleas pero yo soy lo mas pacífico que hay, de hecho jamás había peleado. No tenia nada más que hacer, de hecho tenía que hacer hora hasta las 8 de la tarde y eran recién las 16:15, incluso tenía tiempo hasta para ir parar en el hospital si es que las cosas salían mal.

Puse una cara de Arnold Lotachuaguer o algo así y lo empuje contra un paradero de Transantiago. Estaba realmente furioso y no sabía el porqué, así que use el viejo consejo que mi madre siempre me decía sobre lo que debía hacer cuando estuviera alterado. Cerré los ojos y conté hasta 3 para calmarme... cuando abrí los ojos estaba en el suelo y el tipo estaba encima mío golpeándome en la cara.

Esto era como en las películas, comencé a golpearlo hasta que unos tipos lo agarraron y se lo llevaron, aunque en el entretanto el tipo me pateó las costillas haciéndomelas puré. Trate de levantarme para alcanzar al sujeto pero él estaba demasiado lejos y yo demasiado mareado. Así que me deje caer al suelo, pensaba que ésta había sido mi única y mejor pelea, no sentía dolor pero apenas podía moverme, mi cabeza latía, la gente me empezó a rodear, sentía un dolor en mis pulmones y apenas podía respirar. Miraba como el tumulto agachaba sus cabeza para mirarme, hasta que mi vista se empezó a teñir con sangre. Algunas personas comenzaron a gritar y a apuntarme... supongo que era porque había sido el ganador o quizás, gritaban lo buena que había estado la pelea.