jueves, 15 de noviembre de 2007

Provinciana en Santiago

Por Camila González

La vida de una persona provinciana en Santiago no es fácil. He tenido que frecuentar mis idas a la capital ahora último ya que millones de cosas están allá y no acá en mi pueblo. Partamos porque lo más probable es que el proximo año emigre de lugar y me vaya a vivir directamente allá. Ustedes se preguntarán: ¿cómo cresta lo va a hacer la señorita?... pues ni yo lo sé.

Claro, para un ente que viva en la gran ciudad suena ridículo esto, pero alguien que vive en un lugar en donde no halla un supermercado a 10 kilómetros a la redonda, que el pavimento halla llegado como un gran adelanto hace un año y que los árboles frutales sean una gran fuente alimenticia, me entenderá.

Siempre cuando voy a Santiago me duele la cabeza. También en las mañanas me muero de frío y a eso de las 12 hay un calor asqueroso. Las horas peak en el metro para que decir,
me carga viajar así, llena de gente, pero a la vez es genial ir en el metro y ver una diversidad de gente y ponerse a pensar "en que estarán pensando las otras personas o que problemas les agobiarán". Pero lo que no tolero es el ahogo kármico al cual hay que verse sometido...

Pero no todo es tan malo, al menos tengo muchos
malls para ir a dar vueltas, negocios donde comprar mis artefactos musicales escasos acá, lugares donde caminar y sacar fotografías y partes donde tomarme un buen helado. En definitiva, creo que lo mejor es una mezcla de ambas vidas, porque de lo contrario, todo sería monótono y aburrido...

PD: No crean que yo ando con ojotas... uso zapatillas igual que ustedes.